Ajna, el chakra de la mirada interior

En el centro de tu frente, entre las cejas, hay un punto energético que no se ve con los ojos, pero sí con el alma. Es el chakra Ajna, también llamado el tercer ojo. Su nombre en sánscrito significa «percibir», «conocer», «intuir». Pensá que este chakra es como una brújula silenciosa que te guía cuando el mundo externo se vuelve confuso y necesitas mirar hacia adentro.

Ajna es el sexto de los siete chakras principales. Se relaciona con la intuición, la sabiduría interior, la claridad mental y la percepción profunda. Es la puerta hacia una comprensión más elevada, esa que no viene solo de leer libros, sino de escuchar al corazón en silencio.

Cuando Ajna está equilibrado, sentís que confiás en tu intuición, podés tomar decisiones con claridad y te sentís en paz. Pero cuando está bloqueado, es totalmente diferente.

Ajna se desequilibra cuando nos desconectamos de nuestro mundo interior. Algunas de las causas más comunes pueden ser:

-Estar siempre en modo “hacer” y nunca en modo “sentir”.
-Información en exceso, sin tiempo para digerirla o cuestionarla.
-Desconfiar de tu intuición.
-No descansar, no desconectar.
-Negatividad, pensamientos o miedos que nublan la visión.

Un Ajna bloqueado puede manifestarse como confusión mental, dificultad para tomar decisiones, o una sensación de estar perdido o sin propósito.

Prácticas para armonizar Ajna.

No se trata de hacer grandes cosas. Sobre todo en estos casos, lo pequeño y cotidiano tiene el mayor poder de transformación. 

Meditación en silencio: Cerrar los ojos y simplemente observar tu respiración por 5 o 10 minutos te ayuda a despejar la mente y a reconectar con tu intuición.

Visualizaciones: Visualizá un punto de luz índigo en el entrecejo. Podés imaginar que se enciende con cada inhalación y te trae claridad al exhalar.

Confiá en tus corazonadas: La intuición no grita, susurra. Prestá atención a esa primera impresión que aparece antes de que la mente empiece a dudar.

Actividades creativas: Pintar, escribir, danzar, tocar un instrumento… Todo lo que te saque del modo mental y te conecte con la inspiración es alimento para Ajna.

Desconectar del ruido: Al menos 60’ o 30’ por día, apagar pantallas, evitar el exceso de noticias o redes. Date el lujo del silencio y la introspección.

Pranayama (respiración consciente): La respiración alternada (Nadi Shodhana) es ideal para equilibrar los hemisferios del cerebro y limpiar el canal energético que pasa por el entrecejo.

Señales de que Ajna se está armonizando

Empezás a ver con más claridad tus decisiones. Disminuyen la ansiedad y los pensamientos repetitivos. Te sentís más conectado con tu propósito. Tenés ideas más creativas y soluciones espontáneas. Aumenta tu confianza interior.

“No vemos el mundo como es. Lo vemos como somos.”
El Talmud

Cori y Juan.

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